«Mi viaje a Colombia fue mucho más que un recorrido por plantaciones de café. Fue un encuentro con la esencia misma de nuestra bebida, y con las mujeres que, con sus manos delicadas y sabias, dan vida al grano desde su origen», dijo Claudia Salas Martínez, socia directora de Café Martínez & Owner. ABRA Franquicias (@abrafranquicias).




Y agregó que «en las fincas cafetaleras, observé cómo esas mujeres recolectoras -con la precisión que solo otorgan el amor y la experiencia- desprenden los granos maduros de la planta sin lastimar su semilla» y sostuvo que «esa sensibilidad, ese cuidado, no es un detalle menor: es el primer paso que asegura la trazabilidad del grano de café y permite que, al llegar a la taza, conserve su aroma, dulzura y las notas frutales y florales que lo hacen único».






«Pero lo que más me conmovió fue descubrir que este legado se transmite de generación en generación. Mientras las mujeres trabajan en los cafetales, sus hijos regresan del colegio y las acompañan, aprendiendo desde pequeños el arte de la recolección y el respeto por la tierra. Así, el oficio se hereda no solo como trabajo, sino como forma de vida, donde el café es también una escuela de valores, esfuerzo y amor», manifestó la empresaria.


En ese sentido, Salas Martínez señaló que «ese mismo espíritu se repite en nuestras franquicias de Café Martínez, donde muchas mujeres emprendedoras -nuestras franquiciadas- integran a sus hijos en los locales».


«Ellos crecen viendo a sus madres liderar, aprender a servir un café, a saludar a los clientes, y con el tiempo, cuando llegan a la adolescencia, ocupan el lugar de colaboradores que salen de vacaciones. Se forman como baristas, camareros o ayudantes, ganando sus primeros ahorros y aprendiendo el valor del trabajo. Así, el legado de la mujer cafetera se renueva también en las ciudades, en cada franquicia, en cada taza servida con pasión y dedicación», añadió.

Además, en ese sentido, destacó que «lo más valioso es que muchos de esos hijos hoy forman parte de la segunda generación de franquiciados de Café Martínez, lo que nos da la certeza de que nuestra empresa continuará creciendo en el tiempo, construyendo pequeñas pymes familiares, unidas al corazón de una gran empresa familiar argentina que sigue expandiendo su historia: *Café Martínez. Como mujer, como cafetera, y como parte de la industria del café, vivir esta experiencia fue profundamente inspirador.
Detrás de cada taza que disfrutamos hay una historia de esfuerzo, pasión y respeto por la tierra -una cadena donde el toque femenino aporta equilibrio y alma».

«Desde ABRA, este espacio que fundé para inspirar y acompañar a mujeres que se animan a invertir, a emprender y a abrir caminos, me llevo de Colombia una convicción renovada: cuando una mujer se involucra en cualquier etapa del proceso -desde el cultivo hasta la dirección de una franquicia-, el café tiene otro sabor. Tiene el sabor de la libertad», expresó.

Asimismo, Claudia Salas Martínez afirmó que «hoy, ese legado continúa creciendo a través de ABRA franquicias, el espacio que impulsa nuevas oportunidades para quienes desean transformar su pasión en un proyecto sólido y rentable».

«Desde el acompañamiento personalizado hasta el respaldo de una marca con trayectoria, abra es el puente que conecta el sueño de emprender con la seguridad de un modelo probado. Porque cuando las mujeres lideran, las empresas crecen, las comunidades prosperan y las historias -como la del café- se siguen escribiendo con propósito», destacó en ese sentido.

Por último, la empresaria dijo: «Gracias a todas las mujeres que, con sus manos y su corazón, hacen posible este legado. Y gracias a la vida, por recordarme que cada taza de café también es una historia de amor, trabajo y esperanza».

«Conoce más en @abrafranquicias y anímate a diseñar tu futuro en el mundo de las franquicias. @ClaudiaSalas Martínez. Socia directora @CaféMartínez. Fundress & Owner. ABRA Franquicias. ABRA es Café Martínez. @abrafranquicias. MujeresQueAbrenCaminos», finalizó.