La artista plástica Mónica Tiezzi opinó que sus obras representan una «manifestación» de su mundo interno y una «conexión con lo universal, en el marco de la muestra artística «Talleres abiertos de Par en Park», que se realizó en el edifico Central Park del barrio porteño de Barracas y que permitió un recorrido por los atelieres de más de 30 artistas del arte argentino y que además, abrió sus dos jornadas anuales en el emblemático predio con la presencia de numerosos invitados.

El movimiento en las obras de Tiezzi no solo son un elemento visual, sino además son una fuerza que cobra vida que transforma el espacio circundante en una danza de colores y formas que despierta los sentidos y que estimula la imaginación, creando así una experiencia inmersiva que va más allá de lo tradicionalmente estático del arte», afirmó el presidente de la organización Central Park durante los «Talleres abiertos de par en Park», Guillermo Fernández.

Para Mónica Tiezzi, sus obras son «expresiones de momentos de revelación y claridad, capturando lo invisible y lo trascendental. A través de ellas, buscó transmitir experiencias espirituales y simbólicas que invitan al espectador a explorar su propia iluminación».

Asimismo, Fernández opinó que la incansable creadora Mónica Tiezzi, «a través de su proceso creativo canaliza experiencias reveladoras que son plasmadas con una combinación única de símbolos universales y temas que invitan al espectador a explorar su propio viaje interior. Sus creaciones son representaciones estéticas, como portales que invitan a la reflexión y a la contemplación de la existencia y la espiritualidad».

«Cada pincelada y cada color son cuidadosamente seleccionados para transmitir una energía que va más allá de lo visual, buscando establecer una conexión emocional y espiritual con aquellos que interactúan con sus obras», dijo el presidente de Central Park.

Y añadió de Tiezzi que «en resumen, el arte de Mónica es un testimonio de la belleza y de la profundidad de las epifanías, capturadas y compartidas a través de la expresión artística, en busca de inspirar y transformar a quienes se sumergen en su universo creativo».

Además, consideró que el arte de Mónica Tiezzi es «un viaje hacia la trascendencia y la revelación, donde las epifanías se transforman en puertas hacia la comprensión más profunda de la existencia y de la conexión universal».

Con la habitual curaduría de Fernando Brizuela, además de la recorrida por los tradicionales talleres, el público estuvo inmerso del arte desde su ingreso ya que hubo obras en todos los pasillos y rincones del Central Park.

«La cita activó sensaciones, dio rienda suelta a la emoción, y ofreció diversas maneras de abordar la realidad a través de esas ventanas de sentido que cada obra ofrece», afirmó Fernández.

El colorido y gigantesco edificio de Central Park, es en sí mismo una obra artística, intervenida en los años 90 por el talentoso y recordado artista Pérez Cellis, quien fue el primero en tener su taller en el predio, inaugurando así un verdadero polo cultural para artistas.

Por último, Fernández comentó que el encuentro «permitió adquirir obras directamente de los artistas sin galerías ni intermediarios y, la Fundación Bernardo Fernández Muñoz presentó el museo de La Balanza, con la exhibición de más de 300 piezas de todas las épocas».

Los anfitriones fueron Tiezzi, Andrea Allen, Erenesto Alli, Fernando Brizuela, Ana Candiotti Cristina Caroni, Daniel Corvino, Eugenio Cuttica, Cecilia Duhau, Emilio Fatuzzo, Pepa Figueroa Cuellar, Carlos Gómez Centurión, Eduardo González Ocantos, Eduardo Hoffmann, Cecilia Ivanchevich, Juan Lecouna, Milo Lockett, Cyntia Miguel, Rafael Parratoro, Gabriela Pedro, Jorge Pietra, Ornella Ruíz Díaz, Horacio Sánchez Fantino, Paulina Webb, Augusto Zanella y Carola Zech.