La princesa Elisabeth de Bélgica es comparada por los diseñadores con la princesa británica Kate Middleton, quien tuvo su más reciente aparición pública en la final del torneo de tenis de Wimbledon en fin de semana, por su estilo para lucir prendas de galas de la monarquía.
Ambas aspirantes al trono de sus países son «formales pero no presumidas, tranquilas y obedientes», según se la evaluó en los medios de comunicación de su país y, además, porque serán reinas de sus respectivos países, pero la diferencia es que Elisabeth ocupará el trono mientras que Kate acompañará a William como reina consorte.
La heredera al trono belga deslumbró con un vestido inspirado en los ochenta con volantes a lo largo del cuerpo, del diseñador Armani Privé (colección Otoño/Invierno 2021-2022).
Elisabeth acompañó su atuendo con una tiara, idéntica a la que la baronesa Lady Evelyn Vestey – empresaria estadounidense de gran éxito que se casó con Lord William Vestey- lució cuando fue presentada en la corte británica en 1925. La tiara fue un regalo de los reyes belgas por el 18 cumpleaños de su primogénita, en 2019.
Elisabeth de Bélgica, duquesa de Brabante (de nombre Élisabeth Thérèse Marie Hélène; Bruselas, 25 de octubre de 2001), es la hija mayor de los reyes Felipe de Bélgica y Matilde y princesa heredera desde el ascenso al trono de su padre en 2013. Además, Isabel ostenta el título de duquesa de Brabante.
La princesa nació por cesárea en el Hospital Erasmus de Anderlech, Bruselas a las 21:58. Fue durante el reinado de su abuelo paterno, el rey Alberto II. Al momento de su nacimiento era la segunda en la línea de sucesión al trono de Bélgica, por detrás de su padre, el entonces duque de Brabante, el actual rey Felipe.
Elisabeth es miembro de la familia real de Bélgica y de la Casa Real de Sajonia-Coburgo-Gotha (Casa de Bélgica) desde su nacimiento.
Su primera aparición pública fue el 21 de julio de 2006, cuando acompañó a sus padres durante un Tedeum por las celebraciones del Día Nacional en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas.
En 1991, se abolió la Ley Sálica en Bélgica, dando plenos derechos de sucesión a las princesas de Bélgica y sus descendientes.
Como hija mayor del soberano reinante, Isabel es primera en la línea de sucesión y se espera que ser la primera mujer en ocupar el trono de Bélgica. Aunque tradicionalmente el hijo mayor del heredero al trono recibía el título de «conde de Henao» pero, debido a las diferencias lingüísticas de este título, fue abolido por decreto real después del nacimiento.
El 21 de julio de 2013, cuando su abuelo el rey Alberto II abdicó y su padre, Felipe, se convirtió rey de los belgas, Isabel recibió el título de princesa heredera y duquesa de Brabante, convirtiéndose así en la 33 ava en ostentar esta dignidad.
En 2020 asistió junto a su padre una sesión de entrenamiento en el Cuartel de Bomberos de Bruselas, mientras estaba de vacaciones. La princesa participó de la sesión de entrenamiento apagando un incendio de prueba.